Todos necesitamos elogios y confirmación. Nos encanta escuchar: «¡Me quito el sombrero! ¡Es un acto difícil de seguir!». Nos hace sentir como si valiéramos un millón de dólares. Refuerza nuestra confianza. Sin embargo: debe usarse con el toque adecuado. Demasiados elogios también pueden ser perjudiciales.
Todos necesitamos la crítica tanto como necesitamos que nuestro ego sea untado. Cualquiera que quiera mejorar necesita comentarios honestos y constructivos de su entorno. Pero obtener retroalimentación es más fácil de decir que de hacer, especialmente como líder ejecutivo.
Por favor critícame, ¡Lo necesito!
La semana pasada me lo demostraron durante una sesión de coaching con un exitoso director general de una mediana empresa. Es entusiasta, muy implicado y exigente, pero también empático y comprometido con sus empleados. Su personal lo respeta mucho.
Sin embargo, estaba frustrado porque sólo recibió comentarios críticos limitados de sus empleados. Me dijo que había alentado repetidamente a sus empleados a criticarlo abierta y honestamente a él y a sus decisiones. Aun así, parecían no estar dispuestos a hacerlo. Se preguntaba por qué y qué podía hacer para cambiarlo.
La personalidad dominante
Para mí, como forastero, la causa era evidente. Como director general, había desarrollado un sentido intuitivo para analizar rápidamente situaciones complejas y contrastar continuamente sus estrategias con la operación. Por lo general, toma una gran cantidad de decisiones y las toma rápidamente para continuar trabajando de manera eficiente. ¡Ha estado trabajando así en su juego y su éxito lo ha confirmado!
He aquí el problema de esto: sin quererlo, todos estos han impedido la crítica a su persona que es tan importante. Los empleados con confianza limitada simplemente no tuvieron el coraje de criticarlo abiertamente. La mayoría de los empleados no estaban preparados para manejar su naturaleza directa y su respuesta inmediata. Para ellos, sus gestos eran dominantes e intimidantes, sin que ésta fuera su intención.
Éstas eran las razones por las que a sus empleados les resultaba tan difícil expresar una opinión contraria durante las discusiones comerciales. Ofrecer comentarios críticos sobre su comportamiento era algo aún más difícil de hacer.
La retroalimentación como cuestión de confianza
Los empleados sólo expresarán críticas abiertas si se sienten seguros. Por otro lado, si un empleado se siente amenazado por consecuencias personales negativas, independientemente de su naturaleza, obviamente no proporcionará una retroalimentación honesta.
Una mala experiencia puede ser suficiente para acallar cualquier crítica hacia tu persona, por muy justificada que esté. Por lo tanto, aplique los siguientes 5 consejos para recibir comentarios honestos de sus empleados:
1. ¡Acepte comentarios sin juzgar!
Asegúrese de separar claramente los comentarios de sus empleados de su propio juicio. Si su empleado lo critica, es una señal de confianza. Agradezca a la persona por los comentarios, pero no responda de inmediato.
2. ¡Duerme sobre él por una noche!
Tómate el tiempo para pensar en ello. Tómate una noche para pensarlo. Esto es lo que su empleado puede esperar legítimamente de usted.
3. ¡Evite comentarios distorsionados!
Si recibe comentarios, también debe evitar respuestas positivas bien intencionadas, como: «Gracias, Sr. Smith, ese es un muy buen punto». Esto también es un juicio que debes evitar como respuesta rápida. Al hacer esto, en algún momento su empleado limitará sus comentarios a lo que cree que podría serle útil. Al final, su empleado no quiere decir nada tonto o inapropiado. Pero el resultado de esto es que sólo recibirá comentarios distorsionados.
4. ¡Entiende las críticas como una señal de confianza!
¿Cómo responde a críticas poco relevantes, incidentales o, desde su punto de vista, incluso inapropiadas? También en este caso: es fundamental evitar refutaciones espontáneas o incluso respuestas bruscas, al menos si el empleado presenta la crítica de forma respetuosa. De lo contrario, dañarás permanentemente la relación de confianza. Un empleado sensible pensará entonces: «¡La próxima vez será mejor que no diga nada!».
5. Ten siempre presente: “Te escucho” no significa “Estoy de acuerdo contigo”!
Escuche las críticas de sus empleados sin juzgar. Esto no significa que esté de acuerdo con lo dicho. La mayoría de los empleados son conscientes de que expresar comentarios no produce automáticamente los cambios que desean.
¿Qué has experimentado cuando te has arriesgado y has sido honesto? ¿Cuáles son sus consejos para obtener comentarios honestos de sus empleados?
Biografías del autor:
Bernd Geropp trabaja como coach y consultor para directores generales y empresarios de empresas europeas de alta tecnología. Aprecia sus desafíos, problemas e inquietudes diarios desde su propia experiencia. Inició y dirigió su propio negocio de alta tecnología y trabajó como director general en una empresa multicorporativa. En este blog escribe sobre liderazgo y estrategias para emprendedores y gerentes ejecutivos en B-to-B. Para mayor información por favor visite: http://www.more-leadership.com