Como probablemente sabréis, el capital social de una startup, y de cualquier empresa, está compuesto por las aportaciones que los socios entregan y por las que obtienen parte de la propiedad de la misma. Los socios participantes entregan estas aportaciones a la empresa para que pueda funcionar y llevar a cabo su actividad definida en el objeto social.
Sin embargo, el capital social no es la única partida con la que las sociedades pueden desarrollar su objeto social sino que además cuentan con otro tipo de fondos y de hecho, la obtención de los mismos es una de las principales preocupaciones de los emprendedores.
En este artículo, y considerando las distintas formas de financiar una startup, estudiaremos en detalle el aumento de capital por aportación de socios y/o terceros. Asimismo, estudiaremos la que desde nuestro punto de vista se adapta mejor a las circunstancias en las que se encuentran las startups y qué puntos hay que tener en cuenta para que la operación sea exitosa.
¿Cómo puedo conseguir financiación para desarrollar mi startup?
Cualquier empresa que quiera crecer y expandirse, necesita buscar formas en las qué financiarse. La mayoría de los emprendedores lo primero que hacen es buscar en internet cómo aumentar sus recursos económicos, donde los primeros resultados suelen ser páginas con fines publicitarios sobre préstamos a pequeña escala, fáciles de conseguir, pero con unos intereses demoledores. Otro de los principales resultados de esta búsqueda son páginas que incentivan la financiación a través de cesiones de parte del capital de la sociedad a cambio de recursos para desarrollar la actividad.
Estas formas de financiación se pueden agrupar en dos categorías: financiación a través de deuda (debt financing) o a través de fondos propios (equity financing). La principal diferencia entre ambas reside en que la financiación a través de deuda implica pedir dinero prestado, mientras que la financiación del capital implica la venta de una parte del capital de la empresa.
La forma más común de financiación a través de deuda es el préstamo bancario. A diferencia de la financiación mediante fondos propios, que no conlleva ninguna obligación de reembolso (salvo en contadas excepciones), la financiación a través del endeudamiento requiere que la empresa devuelva el dinero que recibe, más los intereses. Sin embargo, una de las ventajas del préstamo, y de la financiación con deuda en general, es que no requiere que una empresa renuncie a una parte de su propiedad (es decir, porcentaje de participación) a los inversores.
Por otro lado, con la financiación de la deuda, el prestamista no tiene ningún control sobre las operaciones de la empresa y una vez se devuelve el préstamo, la relación con la entidad financiera termina. En cambio, cuando las empresas optan por obtener recursos cediendo parte del porcentaje de capital social de la sociedad a los inversores, tienen que compartir sus beneficios (en las startups raramente se reparten dividendos) y consultar con estos inversores cada vez que desean tomar decisiones que impacten significativamente en la sociedad.
No obstante, la financiación con deuda también puede imponer restricciones a las operaciones de la empresa, de modo que no tenga tanto apalancamiento para aprovechar oportunidades fuera de su actividad principal. En general las empresas quieren tener una relación deuda-fondos propios relativamente baja, porque así los acreedores lo verán con mejores ojos y les permitirán a acceder a más financiación de deuda a largo plazo si tuvieran necesidad de ello.
Por último, es clave mencionar que los intereses pagados por los préstamos son fiscalmente deducibles en los impuestos sobre la renta, y los pagos de los préstamos facilitan la previsión de los gastos futuros porque la cantidad no varía.
Pero, ¿cuál es la más favorable para los emprendedores? No existen demasiados artículos que expliquen esto de forma clara y concisa. Por ello, en este artículo vamos a examinar esta cuestión para startups que recién están empezando a desarrollar su negocio.
En el caso de las empresas pequeñas y privadas, la decisión de utilizar un tipo de capital en lugar de otro puede estar motivada por la necesidad más que por una elección. Por otro lado, la información asimétrica o incompleta entre los emprendedores y posibles inversores o proveedores de capital, puede dificultar especialmente la obtención de financiación de fuentes externas.
Aunque de forma general las empresas suelen optar por una financiación basada en el endeudamiento por motivos fiscales, no es el caso de las startups. La razón de esto es que las mismas tienen menos probabilidades de beneficiarse de la deducibilidad de los intereses, ya que algunas empresas generan pocos o ningún ingreso en el primer año de funcionamiento. Estas altas tasas de fracaso junto con los altos costes de supervisión para los proveedores de financiación dificultan el endeudamiento en las nuevas empresas.
Se trata de un círculo vicioso donde las entidades bancarias imponen unas altas tasas de interés o la constitución de garantías personales y reales para mitigar los riesgos de impago, y esas condiciones de préstamo resultan si no inaccesibles, muy perjudiciales para las startups en cuanto a su solvencia.
Por otro lado, las startups conocen mejor el verdadero valor de la misma y los riesgos que los propios proveedores de financiación lo cual genera importantes asimetrías en la información. De hecho, la opacidad en la información es una de las principales características de estas nuevas empresas pues es el empresario el que tiene todo el control de la información que se muestra públicamente. Esto añade una mayor dificultad a la hora de obtener financiación con endeudamiento, pues los prestamistas no estarán dispuestos a entregar recursos a empresas con poca transparencia en su gestión.
Dicho esto, podemos adelantar que el equity financing es el camino más seguro y rentable para las startups. Si bien es cierto que en este tipo de financiación los socios fundadores pierden parte del control del proyecto, por las razones expuestas con anterioridad, optar por una financiación a través de fondos propios es lo más recomendable si tu propósito es escalar tu negocio.
A modo de recapitulación, mostramos un pequeño cuadro-resumen sobre las ventajas y desventajas que tienen las startups a la hora de financiarse a través de deuda y fondos propios:
VENTAJAS | DESVENTAJAS | |
DEUDA | Mantenimiento del control de la startupEl pago de intereses son fiscalmente deduciblesEs más fácil planificar en un futuro | Puede arriesgar activosAumenta el riesgo de sufrir inestabilidad financieraRepago de la deuda |
FONDOS PROPIOS | No hay obligación de devolver los recursos entregadosNo causa inestabilidad financiera | Los inversores se quedan con un porcentaje de la compañíaHay que compartir los beneficios de la startup con esos inversoresHay que consultar con esos inversores cada vez que haya que tomar una decisión que pueda impactar en la startup |
Entonces, ¿cómo llevamos a cabo la financiación a través de los fondos propios? Este tipo de financiación se articula a través de lo que se conoce como un “aumento de capital”.
¿Qué es un aumento de capital?
No obstante, antes de preguntarnos por qué aumentar el capital social de nuestra empresa, debemos saber cómo responder a las siguientes preguntas: ¿Qué es el capital social y para qué sirve?
En el momento de constituir una sociedad, para llevar a cabo la actividad de la startup y que esta última sea la dueña del proyecto, los socios fundadores aportan en su inicio una cantidad igual o superior al mínimo legal requerido, que variará dependiendo de jurisdicción a jurisdicción y del tipo de sociedad que se quiera constituir.
Normalmente, las startups suelen escoger sociedades con responsabilidad limitada, puesto que de esta manera, limitan la responsabilidad frente a terceros al monto del capital social con el que se constituye la sociedad, y por lo general, llevan asociada una menor burocracia, tienen un mayor número de beneficios económicos, el capital social inicial bajo (en comparación con las sociedades anónimas que requieren de un capital social mínimo de 60.000.-€ en España, por ejemplo) y son más rápidas a la hora de empezar a operar.
Pues bien, ¿qué quiere decir que una sociedad es de responsabilidad limitada? Pues que la responsabilidad de la sociedad, por deudas, incumplimientos, etc., se limita al capital aportado por los socios. Por ejemplo: si el socio A de la Sociedad Limitada X, S.L., aporta 3.000€; en el caso de que la empresa vaya mal, sólo perderá los 3.000€ y su patrimonio personal quedará protegido, siempre y cuando haya actuado con diligencia y la sociedad esté legalmente constituída.
Sin embargo, a medida que el proyecto de la startup va creciendo, se hace patente la necesidad de fondos para seguir desarrollando producto y mejorando las métricas, no siendo suficientes los recursos que se habían aportado inicialmente. Como hemos dicho anteriormente, es muy complicado para las empresas de reciente creación obtener financiación a través de entidades bancarias a un costo razonable, por lo que suelen optar por financiarse a través de fondos propios. Así, las empresas obtienen ingresos momentáneos y ganan la liquidez necesaria para afrontar sus proyectos y seguir creciendo.
De forma muy breve, la ampliación de capital se puede definir como aquella operación por la que se aumenta el capital de una sociedad para aumentar sus recursos propios.
En este artículo nos centraremos en los aumentos de capital de las sociedades de responsabilidad limitada, independientemente del nombre que se le de en las distintas jurisdicciones de LATAM, tales como pueden ser la SAPI en México, la SAC de Perú o la SRL en Argentina.
Casos habituales en los que las startups llevan a cabo ampliaciones de capital
El principal objetivo de las startups es ir poco a poco haciendo crecer su proyecto. Es por ello por lo que, tarde o temprano, esa senda de crecimiento normalmente aconseja aumentar los recursos de la sociedad para afrontar con solvencia los objetivos que se han definido. Como hemos dicho, la forma más recomendable de las startups para obtener financiación es a través de la venta de parte de sus participaciones a inversores y en la mayoría de las ocasiones va a acompañada de una ampliación de capital.
Algunas de las razones por las empresas suelen ampliar capital principalmente porque necesitan liquidez por diferentes motivos, tales como la realización de operaciones de adquisición o fusión con otras empresas, la realización de inversiones importantes, para financiar nuevos proyectos, o por motivos legales entre otros.
No obstante, en general la principal razón por la que una sociedad quiere llevar a cabo una ampliación de capital es para acceder a nuevos inversores. Gracias al aumento de capital, la startup mejora su estructura financiera, amortizando deuda o reestructurandola, mejorando su imagen de cara a los inversores que aumentarán los recursos de la sociedad y de esta forma, las probabilidades de crecer y obtener beneficios aumentan. Dentro de estas tres, las startups suelen realizar operaciones de capital para atraer nuevas inversiones a través de rondas de inversión.
Asimismo, al realizar una ampliación de capital se fortalece la imagen de la startup de cara a sus principales stakeholders, sean clientes, proveedores o potenciales inversores y simultáneamente, se proporciona un indudable incremento de la capacidad de la startup para acceder a más y mejores oportunidades de financiación. Destacar que en caso de que los emprendedores busquen internacionalizarse en el futuro, ésta constituirá , la mejor alternativa para la internacionalización de la empresa.
En definitiva, se trata de una manera interesante de inyectar nuevo capital en la startup que no carga sobre los márgenes operativos de la sociedad, evitando los intereses de adicionales asociados a los préstamos bancarios. Una ampliación de capital es una de las mejores herramientas que las startups tienen a su disposición para seguir creciendo e innovando. Estas ampliaciones de capital darán a los proyectos de las startups una mayor fortaleza y una imagen de madurez ante futuros inversores.
Antes de comenzar con los formalismos legales que se han de tener en cuenta debemos mencionar que existen tres formas principales mediante las que se puede llevar a cabo un aumento de capital:
- Por aportación dineraria. En su caso, lo que se efectúa es una aportación de efectivo a la sociedad a través de transferencia bancaria.
- Aportación no dineraria. En lugar de dinero en efectivo, se aporta un activo a cambio de acciones. Se necesita entregar alguna documentación que acredite la propiedad del bien, junto con una valoración económica del mismo. Este tipo de operaciones se suelen efectuar cuando se quiere dar entrada al capital a un nuevo socio que va a aportar “un activo esencial para el desarrollo de la sociedad”: un inmueble, un vehículo, una patente, etc. Estas no las analizaremos en este artículo pues requieren una mayor atención al detalle y formalismos legales.
- Por compensación de créditos. Esta operación se da cuando una empresa ofrece canjear una cantidad que adeuda por capital de su sociedad. Básicamente lo que se hace es una reclasificación contable.
Formalismos legales que se deben de cumplir para llevar a cabo una ampliación de capital
Tal y como decíamos al inicio de este artículo, el capital social es una parte fundamental de una sociedad limitada, puesto que sirve para proteger a los stakeholders ante posibles contingencias financieras. Por ello, la legislación recoge una serie de formalismos que, en general, se necesitan llevar a cabo siempre, independientemente de la jurisdicción en la que nos encontremos. A continuación los exponemos brevemente incluyendo ejemplos de distintas jurisdicciones:
- En primer lugar, y obviamente dependiendo del tipo societario y la legislación aplicable, deben modificarse los estatutos empresariales. Los estatutos sociales (también denominados contratos sociales, actas constitutivas o artículos de asociación en otras jurisdicciones) recogen la información esencial de constitución y futuro funcionamiento de una sociedad. Algunos de los contenidos mínimos que deben tener son: el tipo social que se ha escogido, la denominación social, el capital social, cómo se divide, y el valor nominal de las cuotas que lo conforman.
Es por ello por lo que si deseamos hacer una ampliación de capital y modificar estos conceptos, tenemos que llevar a cabo una modificación de los estatutos que requiere el consentimiento de los socios actuales atendiendo a las régimen de mayorías estatutarias o legales. Esto funciona así para las sociedades de responsabilidad limitada de España, Argentina, Chile, Colombia y Perú.
Sin embargo, consideramos importante destacar las recientes reformas de las leyes de sociedades que han tenido lugar en latinoamérica donde, con el objetivo de fomentar el emprendimiento, se han creado nuevas figuras societarias más similares a las Sociedades Anónimas o por Acciones, que también limitan la responsabilidad de los socios al capital aportado, pero proporcionan un menor número de trámites a la hora de constituirse así como a la hora de modificarlas, especialmente en los que respecta al capital social. Por ejemplo, las Sociedades Anónimas Simplificadas de Argentina, Colombia y Perú.
Asimismo, debemos hacer una mención especial a los requisitos que se imponen en México para sociedades de capital variable o mejor conocidas como SAPI de CV. Aunque en España y en otras jurisdicciones también existen sociedades promotoras de inversión, sus requisitos no son tan flexibles y por lo tanto, casi no se usan por emprendedores para desarrollar su empresa.
Como decíamos, la SAPI de CV surge como una opción revolucionaria que moderniza el régimen corporativo mexicano, permitiendo modificar una parte variable del capital social sin necesidad de modificar el acta constitutiva (es decir, los estatutos sociales).
- En segundo lugar, y en lo que respecta a la iniciativa de la ampliación, en España es el consejo de administración o en su caso, al administrador único, a quien normalmente le corresponde convocar un Consejo o Junta con todos, o la mayoría de los socios en su caso, donde se lleve a cabo la aprobación de la ampliación.
No obstante, en todo caso la propuesta de ampliación debe ir siempre acompañada de un informe de administradores que explique la operación, es decir, en qué consiste, cómo se va a hacer, cuáles son sus términos económicos y su finalidad, etc. Esta propuesta ha de incluir el texto íntegro y literal de los artículos de los estatutos que se modificarán.
- Una vez se llegue a un acuerdo, habrá de acudir a un notario para elevarlo a público a través de la escritura y un certificado del banco que acredite que el dinero para la ampliación ha sido depositado, en el plazo establecido por la ley. En España este plazo es de seis meses desde que se aceptó el acuerdo de ampliación y los inversores depositaron sus aportaciones (artículo 316 de la Ley de Sociedades de Capital).
Si bien esto es así para España, en otras jurisdicciones no tenemos por qué acudir al notarios. Por ejemplo en Argentina, con las sociedades anónimas simplificadas, o en México con las SAPI de CV, no es necesario acudir a esta figura de fedatario público para que la misma sea reconocida.
- Por último, la escritura deberá inscribirse en el Registro Mercantil correspondiente.
Similarmente al punto anterior, en España para acceder al Registro Mercantil es clave que el documento que se quiera registrar haya sido redactado por un notario. Sin embargo en otras jurisdicciones, es el propio Registro Mercantil el que legaliza esos documentos y los hace oponibles a terceros.
Como podéis comprobar, los requisitos legales varían bastante de una jurisdicción a otra y del tipo social escogido para llevar a cabo la actividad de la startup. Por ello, desde Ufounders recomendamos siempre contactar con un abogado especializado desde un primer estadío, no sólo porque asesorará a la hora de constituir la sociedad sobre el tipo societario más beneficioso para el proyecto sino porque podrá proporcionar una visión más específica de cara a la potencial entrada de inversores y correspondiente ampliación de capital.
¿Cómo afecta una ampliación de capital a los fundadores?: la dilución
Además de los formalismos legales que habrán de ser consultados con un abogado especialista, los fundadores deberán tener en cuenta el efecto dilución que afectará a los socios fundadores por las ampliaciones de capital.
La dilución es un concepto que se utiliza para aquellas startups que entran en rondas de inversión, y que hace referencia a la pérdida del porcentaje de participación de los socios fundadores cuando se realiza una ampliación de capital para dar entrada a un nuevo socio sin tener en cuenta la revalorización del proyecto. Asimismo, los socios fundadores suelen renunciar a su derecho de suscripción preferente en las rondas de inversión para que así entren socios nuevos. Todo esto hace que inevitablemente se produzca una pérdida del peso de decisión de los socios fundadores.
Con el fin de ofrecer un ejemplo visual pensemos en la propiedad como una tarta. En caso de que se llevase a cabo una ampliación de capital el tamaño de la tarta tendría que aumentar para que otros entren a formar parte de esa propiedad y hacerse con una porción de la startup a cambio de su inversión.
Cuando aumenta el tamaño de la tarta pueden darse dos situaciones: (i) que los socios fundadores usen su derecho de suscripción preferente para adquirir una parte proporcional de esas nuevas porciones para mantener su poder de decisión, o (ii) que hayan renunciado a ese derecho a adquirir y que por ende, su porcentaje de la tarta se vea reducido.
Independientemente de cuál sea el escenario, la startup necesita financiación para seguir creciendo y consecuentemente llevar a cabo una ampliación de capital con las consecuencias que eso produce para los socios fundadores. Para saber cómo actuar frente a este efecto, los socios fundadores deberán calcular cuánto van a diluirse y para ello deben tener en cuenta los siguientes conceptos: la valoración premoney, la valoración postmoney y el valor nominal del capital social.
El valor nominal del capital social hace referencia al valor nominal de cada acción, ergo del capital social, que no coincide con el valor real de la compañía. El valor de una startup, y en general, de cualquier sociedad no reside únicamente en el valor del capital social que es asignado por el registro al momento de la constitución (a modo de ejemplo, 1 acción equivalente a 1€), sino que también debemos tener en cuenta otros factores tales como los activos tangibles intangibles, la idea y su ejecución, el tiempo invertido y todo el conocimiento aportado por los fundadores en el día a día.
Cuando se organiza una ronda de inversión se tienen en cuenta todos estos conceptos que dan valor a la startup pero que no figuran en el valor nominal del capital social. De esta forma, entra en juego el concepto de valoración premoney.
Por ejemplo, una sociedad puede tener un capital social que en libros corresponde a 3.000 euros, dividido en 3.000 participaciones de un valor nominal de 1 euro cada una y sin embargo, el valor de mercado de esa compañía puede ser mucho mayor y puede no estar reflejado en la contabilidad empresarial.
Así, mientras que la valoración premoney es el valor de la startup previa a la ampliación de capital y entrada de nuevos inversores conforme al valor del mercado, la valoración postmoney es el valor de la startup justo después de la ronda de financiación. En otras palabras, la diferencia entre una y otra es el monto de la ronda de inversión.
De esta forma, para calcular la dilución, bastará con calcular los porcentajes de las participaciones o cuotas que posee cada socio atendiendo a la valoración postmoney, es decir, al dinero que entra. Veamos un ejemplo:
Si una startup es propiedad de dos socios con un capital social de 20.000 euros y dividido en 20.000 participaciones de valor nominal de 1€ cada una y se lleva a cabo una ronda de inversión de 5.000 euros a cargo de un único inversor los cálculos serían los siguientes:
- Con la entrada de la inversión, la valoración postmoney asciende a 25.000 euros (20.000€ + 5.000€).
- El nuevo inversor adquiere aproximadamente un 20% de las participaciones de la startup (5.000€ / 25.000€) que es el porcentaje que representa su inversión del total de la valoración postmoney.
- Los otros dos inversores que poseían el 50% de las participaciones o cuotas de la startup (10.000€ / 20.000€), ceden una parte de sus porcentajes para hacerle hueco a ese 20% con su renuncia a ejercer el derecho de adquisición preferente, de forma que cada uno verá como su porcentaje disminuye de un 50% a un 40% de la empresa (10.000€ / 25.000€).
Aprovechamos para recordar que aunque veamos como algo negativo esta pérdida del poder de decisión de los socios fundadores, podemos mitigar este efecto de dilución como veremos a continuación. Asimismo, debemos recordar que las rondas de inversión tienen muchas más consecuencias positivas para la startup.
Qué es la prima de emisión: su papel en las ampliaciones de capital
Antes de comenzar con la solución propiamente dicha, es clave describir las formas en las que se puede llevar a cabo una ampliación de capital atendiendo al precio que deben pagar los suscriptores de las participaciones o cuotas. Lo que cada suscriptor debe pagar por cada participación nueva lo determina la empresa de tres formas distintas:
En primer lugar, puede hacerse una ampliación de capital con cargo a reservas, que también se conoce como “ampliación de capital liberada” y en ellas los socios no hacen ninguna aportación porque se trata de una operación por la que reservas o beneficios sin distribuir “se transforman” en capital social.
Por otro lado, puede hacerse una ampliación a la par o sin prima de emisión, cuando el desembolso que hay que hacer por cada título coincide con su valor nominal, es decir, sólo hay que pagar la cuota de capital social que representa. Siguiendo el ejemplo del punto anterior, esto serían 5.000 participaciones que representan un 20% del capital social.
Por último y como solución al efecto de dilución ejemplificado en el apartado anterior, puede hacerse una ampliación de capital por encima de la par o con prima de emisión. Imaginemos que en base al capital social inicial del punto anterior (20.000€), la startup necesitase 200.000 euros, en vez de los 5.000 euros, para avanzar con el desarrollo de su negocio. Esto implicaría que el nuevo inversor se convirtiese en mayoritario a pesar de que han sido los socios fundadores los que tuvieron la idea, trabajaron invirtiendo su tiempo y conocimientos.
Para solucionar la situación anterior, contamos con la prima de emisión, que puede definirse como el precio extra que se tiene que pagar por una participación en relación a su valor nominal o teórico. Básicamente, lo que se hace es obligar a los nuevos inversores a pagar un precio adicional para evitar que grandes inversores se apropien de la empresa, pero que al mismo tiempo, puedan aportar el capital que desean invertir, y que ayudará a la empresa a crecer exponencialmente. La fórmula quedaría así:
Prima de emisión = Inversión Total – Valor Nominal del Total de las Participaciones
Es clave mencionar que este sobreprecio de las participaciones destinadas a los nuevos inversores no va a parar directamente a los bolsillos de los socios fundadores sino que pasarán a formar parte de los fondos propios de la empresa, es decir, de los recursos que tiene la startup para desarrollar su negocio. En definitiva, se trata de un coste asociado a la entrada en la propiedad de la startup de forma posterior al inicio de las operaciones.
Si volvemos con nuestro ejemplo base, veíamos que si no se emitiese una prima de emisión adecuada, los socios fundadores verán diluída su propiedad en un 10% cada uno. Está claro que entregar 20% de la compañía por 5.000€ es demasiado, y que no se estaría premiando a los fundadores por todo el trabajo previo realizado. Para evitar esto, supongamos que negociamos con el nuevo inversor que aportará 200.000 euros, esto sin prima de emisión sería imposible de asumir por los fundadores dado que la dilución sería estratosférica. Teniendo en cuenta todo el track-record de la compañía, el desarrollo de la propiedad intelectual, la industria en la que se opere, el mercado, las ventas generadas, etc. podríamos fijar una valoración pre-money de por ejemplo 1.000.000€ (existen valoraciones normalmente aceptadas en el mercado, dependiendo todo lo anterior, sin realizar un análisis exhaustivo).
En base a lo anterior la valoración post money sería equivalente a 1.200.000 euros, y siguiendo el ejemplo anterior significa una dilución para los fundadores de 16,67%, es decir 8,33% cada uno, y el deber de emitir 4.000 participaciones de valor nominal de 1€. Teniendo en cuenta que se están invirtiendo 200.000 euros, y no 4.000 euros, la diferencia entre los 4.000 euros pertenecientes al valor nominal y la inversión, es decir 196.000 euros es la prima de emisión o sobrecoste que tendría que pagar por ingresar en el capital social de la startup (49 euros por participación).
Es importante mencionar que, dado que los nuevos inversores están pagando un precio muy elevado que no se corresponde con la participación en el capital social recibida, es muy común que los mismos exijan ciertos derechos como por ejemplo, actuar como observadores de las operaciones de la startup o tener la capacidad para nombrar algún cargo del consejo de administración.
Conclusiones
Hemos visto que existen dos formas básicas mediante las que las empresas obtienen financiación: vía endeudamiento o vía fondos propios.
Además, por las propias características de las startups, acceder a la primera de ellas se hace extremadamente costoso y poco eficiente. Por ello, lo habitual es que estas sociedades opten por financiarse vendiendo un porcentaje de su propiedad a cambio de recursos económicos. Es así como entran en juego las ampliaciones de capital, pues son clave para seguir creciendo y expandiendo el negocio de las startups.
Asimismo, hemos estudiado los requisitos generales que hay que tener en cuenta a la hora de realizar una ampliación de capital y cómo esta puede afectar a los socios fundadores por el efecto dilución. Si bien es cierto que el efecto dilución de los socios fundadores puede considerarse como algo negativo, no debe ser temida por parte de los socios fundadores de las startups puesto que si la ampliación de capital se gestiona adecuadamente, podemos mitigar esta pérdida de control a la vez que se aumenta la valoración de la startup, que en última instancia repercutirá en el aumento de las participaciones del inversor.
Para mitigar esta dilución los socios fundadores deberán hacer pagar a los nuevos socios un sobrecoste conocido como prima de emisión por entrar a formar parte de la propiedad de la startup. Esta prima de emisión ha de calcularse teniendo en cuenta no sólo el valor postmoney sino que también deben tener presente el valor del capital enteramente diluído.