En mi último post, describí 5 opciones para tomar decisiones Los líderes pueden elegir, dependiendo de la cantidad de tiempo permitido y de los aportes y la aceptación necesarios.
Esta publicación describirá un proceso que un líder puede utilizar para ayudar a un grupo a alcanzar una decisión consensuada eficiente.
En primer lugar, es importante definir qué se entiende por “consenso”.
Aquí hay una definición que funcionó para mí:
«El consenso es una decisión en la que todos los miembros del grupo han aportado, comprenden y están dispuestos a apoyar».
Tenga en cuenta que el consenso no significa que todos estén 100% de acuerdo con la decisión. Significa que han expresado su opinión – y han sido escuchados – y al final del día, están comprometidos a apoyar la decisión. La decisión final es propiedad del grupo.
El líder también debe decidir un método “alternativo” en caso de que el grupo no pueda alcanzar un verdadero consenso. De lo contrario, en teoría, si una sola persona no está dispuesta a apoyar la decisión, la reunión puede durar para siempre.
Las dos opciones alternativas más comunes son:
1. El grupo vota, manda la mayoría.
2. El líder decide.
La amenaza de un retroceso es un elemento disuasivo; sin embargo, rara vez es necesario utilizarlo, motivará a un grupo a dar y recibir para llegar a un consenso.
A continuación se muestra un proceso general que se puede utilizar al tomar una decisión por consenso. Es una forma de garantizar que todos tengan voz, generen energía y puedan llevar rápidamente a un grupo a una decisión que todos puedan aceptar y apoyar.
El líder debe comprobar que haya acuerdo al principio y al final de cada paso. La construcción de consenso es una serie de pequeños acuerdos a medida que se escala la montaña; no se llega simplemente a un gran acuerdo al final.
1. Enmarque la decisión.
Acordar lo que se está decidiendo. Pruebe su declaración de decisión para asegurarse de que no sea demasiado estrecha de manera que limite sus opciones. Por ejemplo, en lugar de “elegir entre un Honda Pilot o un Ford Explorer”, la decisión podría ser “elegir el mejor modo de transporte familiar”.
2. Generar alternativas.
Este es el momento de hacer una lluvia de ideas. Siga las reglas de la lluvia de ideas (todo vale, no evalúe, aproveche las ideas de los demás, etc.) y escriba cada idea en un rotafolio de pizarra (o en una pizarra virtual si utiliza conferencias web).
3. Aclarar alternativas.
Tómese un tiempo para permitir preguntas que aclaren. Este no es el momento de evaluar una idea (o de estar de acuerdo o en desacuerdo), es estrictamente para asegurarse de que todos comprendan cada alternativa.
4. Limite las opciones.
Sume el número total de ideas y divida entre 3. Entonces, si hay 30 ideas: 30/3 = 10. En este caso, entregue a cada miembro del equipo 10 puntos adhesivos (se pueden comprar en cualquier tienda de artículos de oficina). Haga que el grupo coloque sus pegatinas en las alternativas que más les gusten. Asegúrese de decirle a este grupo que este NO ES el proceso de toma de decisiones; es estrictamente una forma eficiente de “tomar la temperatura” del grupo para ver qué ideas suben a la cima y qué ideas se hunden hasta el fondo. Hay muchas formas de hacer esto, pero normalmente digo una pegatina por alternativa para que sea sencillo.
5. Conservar y desechar.
Comience con la alternativa con más votos y pregunte: «Parece que ésta obtuvo la mayor cantidad de votos. ¿Qué tal si ésta se queda por ahora?». Si todos están de acuerdo, enciérrelo. Pasan a la alternativa sin votos, o al menos, y preguntan: «Está bien, esta no obtuvo ningún voto, ¿podemos eliminarla?». Si nadie se opone, dibuje una línea que lo atraviese. Si alguien se opone firmemente, pregunte por qué. Deles tiempo para exponer su caso y luego pase al siguiente.
Aunque esto pueda parecer un proceso largo y tedioso, en realidad puede realizarse bastante rápido. El grupo a menudo simplemente decide que elegirán la alternativa con mayor número de votos. Un líder también puede sugerir combinar ideas, preguntando: “¿Qué es lo que te gusta tanto de la opción A? ¿Podemos agregar algo a la opción B para satisfacer esa necesidad?”
Puede haber ocasiones en las que sea apropiado elegir múltiples alternativas. De hecho, ese suele ser el caso. Para la resolución de problemas (es decir, “mejores formas de reducir gastos” o “mejores formas de generar ingresos”), lo habitual es dejar una lista de alternativas.
6. Resuma las decisiones y decida quién hará qué y cuándo.
Esta es la prueba del verdadero compromiso. Generalmente, cuando un grupo llega a una decisión verdaderamente consensuada, la energía y el compromiso son tan altos que la gente clama por inscribirse en acciones. Si de repente la sala se queda en silencio y nadie hace contacto visual, es probable que haya perdido un paso en el proceso de creación de consenso.
Luego, reparta alfileres, haga que todos se claven un alfiler en el dedo y firmen con sangre sus nombres en los rotafolios (es broma).
La creación de consenso es un trabajo duro para un líder: se necesita la voluntad de “tirar los dados” y estar abierto a cualquier alternativa. Es necesario dejar de lado los grandes egos. Sin embargo, el tiempo y el trabajo invertidos no sólo producirán decisiones de mayor calidad, sino que la implementación será más rápida y fluida porque todos estarán comprometidos con el resultado.