En muchas películas, la trama arroja luz sobre un director ejecutivo de una startup egoísta que sufrirá una transformación y se convertirá en un gran líder en los 90 minutos. A partir de ahí, la empresa gana miles de millones y se convierte en una inspiración para otros en los años venideros. Indique la música inspiradora para subir con un oleaje.
Pero estas transformaciones también pueden ocurrir en nuestras propias vidas no ficticias.
Puede dar un paso más grande en su propio viaje de liderazgo y encontrar qué área de su vida necesita cambiar para pasar de bueno a excelente. Estas transformaciones son cómo cambiar tu corazón para que tu liderazgo sea increíble.
1. Individualista a orientado al grupo
Es muy fácil en un mundo de “perro come perro” sentir que tienes que enfrentarte constantemente al hombrecito para tener éxito.
Sin embargo, en la mayoría de las empresas no se buscan empleados que puedan hacerlo todo por sí mismos. Las empresas buscan personas que puedan trabajar en equipo por una razón. La transformación significa mover el enfoque del yo al grupo.
Cada uno de los miembros de tu equipo tiene rasgos únicos que los hacen increíbles, pero la forma en que puedas lograr que trabajen juntos es lo que los hará brillar por encima del resto. Invertir su tiempo en lograr que el grupo colabore es esencial para mejorar su forma de liderar.
2. Privado para abrir
En línea puede ser muy fácil mostrarse profesional y hacer que todos crean que lo tiene todo bajo control. Sin embargo, verse perfecto no brinda la oportunidad de que nadie a quien dirige aprenda de sus errores.
Comparte tus experiencias y lo que está pasando en tu vida. Al hacerlo, puede crear una cultura de apertura que ayude a sus empleados a aprender de sus errores. Además, también puede generar confianza con sus empleados desde un lugar auténtico en el que usted confía en ellos primero.
3. De centrado en sí mismo a curioso
Dentro de esta mentalidad de ser abierto sobre lo que sucede en su propia vida, es crucial asegurarse de sentir también curiosidad por lo que sucede en las vidas de los miembros del equipo que lidera.
Esto construirá una transformación de relación recíproca en la que también podrá aprender de sus experiencias y generar confianza.
Al saber lo que sucede en las vidas de sus colegas, podrá comprender mejor sus necesidades y mejorar su desempeño como empleados.
4. Centrado en el dinero y centrado en el servicio
Al liderar una empresa, centrarse únicamente en las ganancias proporciona un marco estrecho.
Para construir algo más grande, tener la reputación de servir bien a sus clientes y atender sus necesidades es mejor para todos los aspectos del negocio a largo plazo.
Un mejor servicio conducirá a que los clientes repitan. De todos modos, una transformación como ésta al final genera más dinero.
5. De corto a largo plazo
Dentro de esta mentalidad, tomar decisiones que tengan impactos duraderos y le ayuden a alcanzar sus objetivos a largo plazo es un cambio de mentalidad crucial.
Si bien es importante comprender cuáles son sus necesidades actuales y satisfacerlas, eso no conduce a cosas mayores en el futuro.
Construya relaciones e implemente sistemas que lo llevarán a la grandeza en el futuro.
6. De la maleza al panorama general
Es muy fácil concentrarse en todas las pequeñas cosas que no son perfectas. Quedas atrapado en tantas cosas que no recuerdas lo que realmente importará al final del día.
Continúe buscando una mentalidad que se centre en cuál es el objetivo real y qué decisiones de hecho asunto.
7. De profesional a compasivo
Para ser un gran líder, debes tener compasión por las personas que diriges.
Superar la necesidad de lucir siempre formal y correcto es una de las mentalidades necesarias. A la gente le gusta trabajar con personas, no con robots o imágenes bonitas en las pantallas.
Preocuparse por las personas con las que trabaja y encontrar formas de llegar a su punto de encuentro es crucial para poder liderar desde un lugar de comprensión. Además, tener compasión puede ayudarle a liderar de forma más eficaz a las personas con las que trabaja.
8. De distante a relacional
Similar a tener compasión es construir relaciones reales con las personas con las que trabaja.
No conocerá las necesidades de aquellos a quienes dirige a menos que las solicite. No sabrás cómo formar un gran equipo si no conoces a las personas que conformarían ese equipo. Por tu propio bien, ni siquiera tendrás personas que te respalden a menos que tengan una razón para preocuparse por ti como persona.
Preocúpate más por construir una relación con aquellos con quienes estás trabajando que simplemente por intentar hacer el trabajo.
9. De egoísta a generoso
Ayudar a otros a alcanzar sus objetivos y tomarse el tiempo para el desarrollo de los demás es mucho más importante para liderar que desarrollar sus propias habilidades.
Siempre hay tiempo e incentivos para aprender una nueva habilidad o leer un libro de autoayuda. Sin embargo, es posible que no haya suficiente tiempo para tener personas bajo su protección.
Ser un buen líder es estar dispuesto a tomar su propio tiempo y recursos y dedicarlos a la construcción de otros en su equipo.
10. De “líder” a “sirviente”
Finalmente, el liderazgo de servicio se ha convertido en una idea de moda, pero el concepto es oro.
Si entras en una habitación con la esperanza de liderarlos, no lo lograrás y puedes terminar pareciendo un imbécil en el proceso.
Asista a una reunión de equipo con una actitud de curiosidad. Pregunta dónde puedes ayudar. Esto por sí solo lo convertirá en un líder mucho mejor con el tiempo.