Normalmente, cuando hablo de una caricatura explico de dónde viene, qué la inspiró o qué estaba pasando cuando pensé en ella. Pero para la caricatura de hoy, voy a señalar un pequeño pero significativo detalle en el fondo que probablemente ni siquiera viste.
Mira por la ventana detrás del perro, ¿ves esa ciudad de ahí atrás? Es crucial.
En primer lugar, establece el escenario en el que la oficina que estás viendo probablemente esté en lo alto de otro edificio importante para asegurar esa vista. En segundo lugar, los edificios están lo suficientemente detallados como para leerlos como edificios en lugar de como una pila de cajas o algo así, pero lo suficientemente vagos como para ubicarlos prácticamente en cualquier lugar. Y, por último, la idea de que estás viendo la ciudad fuera de la ventana sugiere la oficina de un ejecutivo exitoso en lugar de la oficina de un empleado de nivel medio sin vista.
Y todo eso se lee (con suerte) e influye en el resto de la imagen en menos de un segundo antes de decodificar el perro, el otro miembro del elenco y la leyenda.
Unas pocas líneas simples en el fondo pueden marcar la diferencia entre una buena caricatura y una excelente caricatura. Y los perros que hablan tampoco hacen daño.