La tendencia a la expansión urbana podría limitar el financiamiento de la SBA

A principios de este año, la SBA resolvió una demanda alegando que sus prácticas crediticias fomentaban la expansión urbana y tenían un impacto negativo en el medio ambiente. El acuerdo requiere que la SBA establezca procedimientos futuros para realizar revisiones ambientales de préstamos individuales 7(a) de la SBA.

La demanda tuvo lugar por lo que podría convertirse en el campo de batalla medioambiental clave del nuevo milenio en Estados Unidos: la expansión urbana. La demanda afirmaba que la mayoría de los préstamos de la SBA se otorgaron a áreas suburbanas o rurales y promovieron la expansión urbana. Afirman que la expansión urbana contribuye a un nuevo desarrollo de baja densidad y dependiente de los automóviles, lo que conduce a la pérdida de tierras agrícolas y hábitats de vida silvestre de primera calidad, a la contaminación del aire y del agua y a una mayor congestión.

Lo interesante es que ni siquiera hay acuerdo en que la expansión urbana sea mala. El Consejo de Supervivencia de Pequeñas Empresas dice que «la expansión descontrolada generalmente se equipara con el crecimiento, y eso no tiene nada de malo».

La SBA admitió que sus procedimientos de revisión ambiental necesitaban revisión, pero negó que los préstamos de la SBA fueran responsables de la expansión urbana. La SBA dice que son las decisiones locales sobre el uso del suelo las que determinan el alcance de la expansión urbana, no los préstamos de la SBA.

¿El resultado? Este acuerdo podría dificultar que las pequeñas empresas obtengan préstamos 7(a) de la SBA en el futuro. Especialmente en zonas ambientalmente sensibles cercanas a humedales, tierras de cultivo, etc. Leer más.