Los líderes deben motivar a las personas a trabajar más para ver la conexión entre su trabajo y su influencia en su equipo, negocio y cliente.
Los líderes ahora deben ir más allá del compromiso y demostrar interés, devoción y entusiasmo.
Deben motivar a las personas a trabajar más para ver la conexión entre su trabajo y su influencia en su equipo, negocio y cliente. Los líderes no pueden simplemente motivar a los empleados, sino que deben crear circunstancias favorables.
Los líderes deberían ser disruptivos, en el buen sentido. El liderazgo, como el terreno cambiante, debe cambiar y crecer. Las empresas y los particulares deben adaptarse a los nuevos tiempos. Las habilidades que les trajeron aquí no los conseguiré allá. El futuro del empleo necesitará nuevas habilidades.
No. 1: Involucrar e inspirar a otros
Durante una década, el compromiso ha sido el objetivo (o más).
Es un estándar de oro ya que los trabajadores comprometidos hacen un esfuerzo discrecional. La inspiración inspira devoción, trabajo excepcional y tanto invención como acción.
Más allá de la participación, la inspiración implica un compromiso mental y emocional. Los entornos altamente estimulantes fomentan la creatividad, el pensamiento fresco y las soluciones novedosas. Los líderes quieren contribuir e importar, no simplemente realizar un trabajo excelente.
N° 2: Los líderes llevan a otros de la duda a la claridad
El volumen de información procedente de numerosas fuentes abruma a la gente. La sobrecarga de información puede ser estresante, inquietante y desmotivadora.
La gente desea previsibilidad y evita la ambigüedad. En medio del caos, la gente busca orientación en los líderes. Quieren saber la verdad y lo que implica para su carrera, negocio y futuro.
Esta importante dependencia puede requerir que los líderes brinden seguridad, como lo hicieron en el pasado.
Los líderes deben evitar hacer promesas inalcanzables o tergiversar sus mejores estimaciones. En cambio, los líderes deben aprender a ser claros incluso cuando no están seguros. Deben fomentar la apertura revelando lo que saben y señalando su ignorancia.
Los líderes informan al público sobre las preguntas que plantean y las respuestas previstas. Deben continuar en la dirección en la que comenzaron, aunque sea incierto.
Los líderes no temen ser direccionalmente precisos y precisamente incorrectos. Deben reconocer los errores, fomentar el aprendizaje y visualizar el futuro, incluso si el camino es desconocido. Deben inspirar confianza en el objetivo y en la capacidad de la organización para alcanzarlo.
Es como los faros de tu coche por la noche. No te llevarán allí, pero te acercarán 350 pies, muy parecido al poder de un objetivo claro, incluso cuando no se puede lograr un enfoque específico.
N° 3: Aceptar la ambigüedad en los líderes
En el futuro el trabajo será más rápido y menos claro.
Los impactos exponenciales de la tecnología están acelerando el mundo, haciendo que los pronósticos sean más difíciles y el futuro más confuso. Las interdependencias de los sistemas globales (económicos, climáticos, sociales, de transporte, de salud, por mencionar algunos) aumentan la complejidad. En consecuencia, aumenta la previsibilidad y la imprevisibilidad.
Los líderes tendrán que aprender a afrontar una mayor incertidumbre y mantener la confianza aunque no sepan todas las respuestas.
Los grandes líderes pueden seguir adelante con un conocimiento incompleto. Hoy en día es mucho más crucial, ya que será necesario actuar con más frecuencia sin el informe completo. Además, menos conocimiento significa más margen para la invención (“en los límites”).
Las nuevas soluciones se vuelven menos esenciales cuando se reconoce y traza el terreno.
Los líderes resolverán más problemas. Existe potencial para nuevos modelos de valor, nuevas experiencias de usuario y nuevos momentos de diferenciación de productos o servicios en tiempos impredecibles. El liderazgo debe aprender a aceptar la incertidumbre en lugar de aceptarla. Se requerirá claridad, aunque no una certeza.
No. 4: Empatía y Compasión
Los grandes líderes muestran empatía porque es lo correcto. Los líderes se preocupan por sus equipos, pero el corazón contribuye a los resultados.
Aún así, los estudios demuestran que mejora la creatividad, la retención, la inclusión, el equilibrio entre la vida laboral y personal e incluso el bienestar mental. La empatía es un respeto profundo por las perspectivas de los demás, incluidos sus pensamientos (empatía cognitiva) y sentimientos (empatía emocional) (empatía emocional).
La acción vincula constantemente la empatía y la compasión. La empatía y la compasión impulsan las elecciones y las acciones.
Un jefe comprende las luchas de un empleado con los niños pequeños y ofrece horarios de trabajo flexibles. O un líder reconoce las luchas de un empleado con un cliente problemático. Asumir la responsabilidad para luego ofrecerse a entrenarlos, guiarlos y defenderlos. O un jefe reconoce los desafíos de un nuevo empleado al navegar la cultura y le proporciona un compañero para ayudarlo a tener éxito.
El cariño es beneficioso y esencial para un ambiente de trabajo feliz. Aún así, los líderes que pueden sentir empatía y evaluar plenamente las circunstancias, problemas y requisitos particulares de un individuo mejoran el atractivo, la retención y el crecimiento de los empleados.
No. 5: De la creación de redes a las relaciones
La creación de redes es vital para conseguir el próximo trabajo, aumentar su éxito y avanzar en su carrera.
Pero el networking puede ser superficial o desagradable. El enlace de LinkedIn o el contacto en el Rolodex virtual es con demasiada frecuencia un juego de números. Sin embargo, la alternativa es cultivar conexiones genuinas con el tiempo.
Los líderes necesitan redes sólidas, pero deben construirlas basándose en el respeto por los demás y el valor que pueden aportar a cambio. Los líderes pueden construir conexiones de equipo a través de la proximidad (física o virtual), objetivos comunes y esfuerzo compartido. Las personas renuncian a sus trabajos porque no se sienten conectadas, respetadas o motivadas por sus jefes.
El liderazgo que fomenta buenas conexiones entre los miembros del equipo aumenta la retención, la inspiración, la productividad y la satisfacción.
Los contactos por sí solos no serán suficientes en el futuro. Por lo tanto, los líderes deben desarrollar asociaciones significativas.
Conclusión
Un liderazgo fuerte es esencial. La incertidumbre, la complejidad y los trastornos fundamentales la convierten en una de las ocupaciones más exigentes e influyentes.
Sin lugar a dudas, más desafiante que en los dos años anteriores. Las personas, los equipos y las organizaciones prosperan cuando los líderes hacen estos ajustes.