Pequeñas empresas: un recurso renovable

Es alentador ver lo que sucede cuando se afianza un entorno empresarial. El resultado es una oferta aparentemente interminable y renovable de inicio de pequeñas empresas.

Cualquiera con una vieja mentalidad industrial podría pensar que hay una cantidad finita de comercio por hacer en cualquier sociedad y que, después de un tiempo, simplemente no habría necesidad de nuevos negocios.

Pero en un entorno empresarial eso no es lo que sucede.

En cambio, las pequeñas empresas engendran otras pequeñas empresas.

Se crean nuevas empresas para aprovechar el dinero que fluye en un entorno económico optimista. Es más, la creatividad de los empresarios parece no tener fin para idear nuevos conceptos de negocio. Las empresas “se crean de la nada”, por así decirlo.

Un ejemplo de ello es Irlanda.

El mes pasado escribí sobre cómo el número de las pequeñas empresas en Irlanda se duplicaron en los últimos diez años.

Ahora un artículo del Sunday Times perfila Negocios de estilo de vida que personas emprendedoras están creando. En Irlanda. Un negocio de estilo de vida es aquel en el que el propietario lo crea para poder vivir el estilo de vida deseado, tal vez solo trabajando unos pocos días a la semana o trabajando bajo ciertas condiciones favorables.

Muchos de estos negocios de estilo de vida se crean «de la nada». Es decir, se trata de negocios que antes no existían o apenas se conocían, y que muchas veces surgen de intereses o aficiones del propio propietario.

Lo que hace posibles estos negocios es (1) la actitud emprendedora general y el ingenio para crear nuevos negocios, y (2) los buenos tiempos económicos, que llevan a que los consumidores tengan más ingresos disponibles. Cuanto mayor sea el ingreso disponible, más prosperarán estas empresas nuevas e innovadoras. Lo que antes no parecía una necesidad se convierte en una necesidad cuando las personas deciden que los bienes o servicios enriquecerán sus vidas y tienen los ingresos disponibles para pagarlos.