No todas las cámaras son iguales. Tampoco lo son todas las computadoras, teléfonos celulares, impresoras, software de marketing por correo electrónico o asistentes administrativos. Y sería fácil asumir que un precio más alto significa mejor calidad (un vendedor me dijo esa línea recientemente). Pero la experiencia te enseña a profundizar un poco más.
No es que estés tratando de ser tacaño. Lo que pasa es que la realidad de las pequeñas empresas, especialmente en esta economía, se reduce a unas cuantas preguntas:
- ¿Puedes pagarlo?
- ¿Puedes permitirte el lujo de vivir sin él?
- Y si no puede permitirse el lujo de vivir sin él, ¿es este producto o servicio en particular su mejor manera de obtener el beneficio que desea?
No se trata de tener el BlackBerry, Android o iPhone más reciente y moderno, se trata de comunicarse de manera efectiva y rápida con su equipo dentro y fuera de la oficina. El comportamiento fundamental significa que las etiquetas ocupan un segundo lugar después del resultado.
En el entorno de las pequeñas empresas, no hay lugar para tonterías. Cada compra debe satisfacer las necesidades básicas o será un desperdicio y una vergüenza.
Acerca de esa etiqueta de precio
¿Y si decides añadir el vídeo marketing a tu estrategia de comunicación? Mientras se prepara para iniciar o actualizar su página de YouTube, es posible que descubra la necesidad (o el deseo) de una mejor cámara y equipo de sonido.
Antes de que la billetera llegue al mostrador, debes preguntarte: «¿Qué necesitamos realmente?» ¿Es suficiente la versión barata del producto o servicio, o es demasiado simplista? ¿La opción de gama alta y de alto precio es demasiado o simplemente correcta?
Lo más probable es:
- no estás filmando para la televisión en horario de máxima audiencia,
- no estás creando imágenes para una publicación completa en National Geographic, y
- No estás grabando para una estación de radio distribuida a nivel nacional.
Lo que significa que no necesitas una cámara de dos mil dólares ni un equipo de sonido de cuatro dígitos. Probablemente necesites un producto en algún punto intermedio.
Lo mismo ocurre con la mayoría de las compras de pequeñas empresas. Investigue, porque no puede permitirse el lujo de pagar por funciones que nunca utilizará.
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