Hay cuatro tipos de directivos de los que he visto y oído hablar mucho. Encuentran su camino hacia una pequeña empresa u otra y simplemente ayudan a que las cosas se solucionen. A veces, el propietario los trae directamente a través de la puerta principal, escondidos detrás de su propia personalidad.
El señor o la señora «se excede» dice demasiado y con demasiada dureza
El equipo apenas puede respirar a su alrededor. Son el tipo de gerente que quiere que sus empleados generen grandes ideas y soluciones innovadoras. Pero oprimen el ambiente y luego se preguntan por qué a nadie se le ocurre nada interesante.
La mayoría de las veces, el señor o la señora «se excede» no viene de un mal lugar. Solo quieren controlar las cosas y el avance del negocio. Sobre todo, no quieren un equipo de empleados que pierdan tiempo y dinero y que descuiden el negocio principal.
Saben cómo mantener las puertas abiertas, pero les cuesta dejar espacio a la creatividad.
Sr. o Sra. «Cabeza en la arena», el gerente que nunca aborda nada
Son amigos de todos y líderes de nadie. El equipo disfruta de su compañía. Pueden pensar a su alrededor. Pueden reír y hacer tonterías. Pueden ser ellos mismos, buenos, malos o indiferentes. Puede que sea su persona favorita, hasta que surge un problema.
Debido a que el Sr. o la Sra. «Cabeza-en-la-Arena» nunca abordan un solo problema, su equipo a menudo puede ser indisciplinado e irrespetuoso entre sí y con ellos. Con un líder sin líder como líder del equipo no existe una verdadera voz de la razón. Los pequeños problemas tienden a agravarse porque nunca se abordan.
Esto puede afectar la capacidad de su empresa para innovar, ya que es posible que los miembros más creativos del equipo no se sientan lo suficientemente seguros para desarrollar o promover sus ideas.
Sr. o Sra. Deprimido y Sr. o Sra. Demasiado ambicioso
Es evidente que uno está en el camino profesional equivocado y apenas oculta su tristeza y desconexión del trabajo que se necesita para liderar un equipo eficaz. El otro opera con motivos equivocados, buscando innumerables oportunidades para promocionarse incansablemente a sí mismos en lugar de a la empresa, a los clientes o al equipo.
Recuerde, los equipos exitosos no se administran solos. El gerente/propietario tiene que crear un ambiente propicio para la creatividad, la innovación, un poco de risa, puntualidad y respeto. El objetivo es tener espacio para todas esas grandes ideas y un sistema para hacer algo después de que surjan las ideas.
Ningún negocio puede soñar todo el día. Alguien tiene que supervisar el negocio de convertir esos sueños en realidad.
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